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José Mármol. Agosto 2012

José Mármol

Actualización: 02/12/2012

José Mármol

¨Poemas Su  nombre, Bahía; Sanquipanqui y Bosquejo de la playa. Selección de tres poemas del libro Lenguaje del mar, ganador del XII Premio Casa de América de Poesía Americana.

 

Su nombre, Bahía

 

Bahía se llama la barca que no tengo.

Bahía del anhelo, puede ser…

Esa que navega pantanos y mares, nubes y arco iris,

encumbradas corrientes, cataratas

de brea, yodo y alcanfor.

Bahía es el nombre nunca escrito en su costado,

ni en su vela de abanicos

ni en su palo mesana por caer.

De agua es el destino de mis días y mis sueños.

Bahía es la forma del cuerpo de mi amada,

cuyo semblante busco desde el último naufragio.

Bahía le pondré a la barca que no tengo,

al amor que he perdido, al sonido de su voz en mi delirio.

Bahía del deseo, puede ser.

 

 

 

 

 

Sanquipanqui

 

De la muchacha blanca, pelo hirsuto,

como leche de Holanda por hervir,

cruza la cintura el brazo moreno y fuerte,

una culebra hambrienta de sexo, plata y juerga.

Brilla el sol caribeño en la playa de sal,

estuches vacíos de bloqueador, condones rotos.

Huele a pescado frito, cerveza congelada, tostones en su salsa,

un primor.

La muchacha promete una vida reposada en Europa central,

vacaciones en Marsella, aprender el idioma de la civilización.

El muchacho, cuerpo de oro, acomoda su verga,

aprieta las nalgas de la rubia,

se la encima suavecito, amatorio, complacido,

y tranquilo, resuelto a desertar, pasando manos,

mide el paso lento, seductor, de su próxima presa y la deja cruzar.

 

 

Bosquejo de la playa de Juan Dolio

 

Azul marino, así. Parecido a lo eterno.

Un escarceo de blancos tropeles acercándose,

una jauría de voces espumosas,

bandada de pájaros deformes como nubes.
Una tos constante

del horizonte curvo, atado a la fijeza de los bordes.

Apaciguo, inclinando la cabeza

a la izquierda de mi cuello,

la bravura de las tetas de una turista rubia,

disoluta presencia de un cuerpo a contraluz.

Queda un poco más de tarde

a la tranquilidad veraniega de este día.

Azul, azul de mar,

tan similar al tiento de tu boca en mi otro beso.

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