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Xavier Oquendo Troncoso

Actualización: 24/01/2012

Xavier Oquendo Troncoso

Poemas El conquistador que peca y Detrás de la cortina

El conquistador que peca

Estabas tú
pensando que yo era un bizarro.
Alumbrando con un candil
el incendio incesante de la culpa.

Como una claraboya,
como el fugaz signo de una encrucijada.

Como una partida de ajedrez
ya sin jugada clara o meditada,
estabas acudiendo a la lágrima.

Como un claro de hostias
en una misa hostil,
en el derrumbamiento de las cosas.

Como un fino leopardo,
como una bestia estabas,
y en tus ojos había la ceniza
de las respuestas que un día se quemaron.

Detrás de la cortina

Detrás de las cortinas
hay un depositario del tiempo y el polvo.
Hay monstruos que se limpian
en las aguas que herrumbran
los barrotes del ventanal.

Detrás de las cortinas
quedan los rescoldos de piel
que, dicen los científicos,
vuelan de nuestros cuerpos
ansiosos de cópula y pecado.

Hoy encontré, detrás de la cortina,
unas cuantas moscas muertas.

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