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Actualización: 20/06/2013
Maritza Cino Alvear
Cuatro poemas de la poeta ecuatoriana
1
Nuevas historias se inscriben
bajos los acordes de un tango,
mientras una danza confiesa
el vértigo del bandoneón.
En este viaje de arena
por la ciudad inventada,
confabulan los cuerpos
temperados de soledad.
2
Desde que hablamos el mismo idioma
la ciudad es lejana y desaparece,
tu fuego y mi tierra se precipitan
a una marea imperceptible.
Hasta que pueda imaginarte nuevamente,
conservo tu leyenda interrumpida
como la insignia de un nuevo idioma.
/que me somete.
3
Plágiame las obsesiones
mis historias de fantasmas,
mi primera ausencia.
Conviérteme en tu océano
en el secreto de una larva
en la envoltura de los astros.
Condéname
sin el inútil parafraseo de la vida
con el placentero anonimato de la muerte.
4
Retorno al deseo
-sosegadamente ausente-
como a una textura clásica
de una partitura de Chopin,
su melodía me recuerda
que toda celebración es posible.
Los movimientos se asombran
húmedos y dispersos,
antiguos bestiajes acuden
a la festividad de otras muertes,
devorando la fiebre
de esta danza mordaz.
