Francisco Goñi

De nuevo el mar

Antígona

Sombras de lo que se fue herido

De nuevo el mar

Vuelvo a ti
como un reptil antiguo retorna al mar.
Afuera el mundo es cruel.
El aprendizaje de la sangre es el más hondo,
más fulgurante que los textos milenarios.

Vuelvo a ti...
arrastrando mi ser y mis sombras.
Regreso a la música de las olas,
al lenguaje solar.

Antígona

Encerrada en la oscuridad
lamenta que la tierra mancille el rostro de la sangre.
Antígona se aferra a contrariar las leyes de los hombres,
que rigen la praxis de los días
pero ignoran la incandescencia del dolor.

Hay rituales implícitos
en el manto trágico de lo inconmensurable
que definen nuestra naturaleza.
Antígona evoca ritmos e imágenes
de nuestro tránsito a las tinieblas sagradas.

¿Alterar el fatuo vivir
nos regresa al río primigenio?

A quien el destino usurpa
no aspira más que a diluirse.

Sombras de lo que se fue herido

Las manchas de las manos que mataron un amor
jamás se quitan,
es un crimen que el alma no puede olvidar.

En los sueños adentro
aparecen sombras de lo que se fue herido
como peregrinos que olvidaron el camino sagrado.

Premoniciones de dolor y locura
dicen los espectros de la noche.
Cuando el bosque camine hacia ti
todo terminará:
tu falso reino
tu abundante miseria
que ostentas cual riqueza ilusoria.

Convertirse en asesino de lo que se ama es fácil.