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Ilustración de Juan Vida

Autor referenciado en el Monográfico de:

Actualización: 24/01/2012

Malú Orriola

Poema sin título

 

CANTA un grillo a lo lejos,

regocijando estos errabundos huesos que he tendido un rato al sol,

el mismo sol que ha comenzado a dorar las copas de los árboles

contra el viento tan verde.

 

Cierro los ojos y el recuerdo evoca las palabras

que he abandonado a lo largo del camino,

las que nunca dije,

las que miento,

las que me avergüenzan.

Las palomas inician sus limitadas acrobacias recortadas contra el cielo.

Cierro los ojos y me abandono al batir de sus alas

yo que no tengo, me conformo con escuchar el ruido del vuelo.

¿Escuchas?

Son olas.

Olas que se alzan para fundirse en un océano infinito,

algunas se levantan como cabezas humanas en mitad del horizonte,

si cierras los ojos puedes escuchar

a una india cantar en mitad del desierto,

y sin embargo la pasión bruta del alma

enjuaga este aburguesado deseo de nombrar miserablemente

hasta las cosas innombrables,

el nombre del nombre, y amanece.

Fui arrojada del infierno por adorar la belleza.

 

ESTE perro me ve como si mirara a dios, no sabe que soysoysoy un dios de la

nada. Pone sus ojos suplicantes en mí, y mueve la cola, mientras le arranco como

un diosdiosdios la garrapata que chupa de su cuello. Como si fuese una amante digo

fuera, fuera de su cuerpo de perro. Él recuesta su cabeza en mi regazo, como yo

pongo estos ojos cuando están hartos sobre el mar y dejo que me meza su danza

espumosa, azul, brillante.

En el mar, no hay gentes como nosotros.

No hay sitio en la tierra ni en el mar, para gentes como nosotros.

 

 

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