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Actualización: 25/01/2012

Harold Alvarado Tenorio

Summa del cuerpo

Por Luis Antonio de Villena

"Summa del cuerpo (con prólogo de William Ospina) es una antología de la poesía de Alvarado Tenorio, con una curiosa o peculiar ordenación, que nunca habla de fechas de escritura."

Curiosa ordenación

Pedazos de realidad palpitante

 

Siendo hoy día uno de los nombres más conocidos de la poesía colombiana, y habiendo ayudado a difundir allá la poesía española (entre otras obras, ha hecho antologías de Jaime Gil de Biedma y de Francisco Brines) la poesía de Alvarado Tenorio es muy poco conocida en España. Uno de los tantos errores o desencuentros que pueden llevarnos a añorar la época modernista, cuando poetas de uno y otro lado del Atlántico eran bien conocidos en ambas orillas. Hoy -no mediando la suerte, la publicidad o la amistad- ello no ocurre en ninguna de las dos direcciones. Las excepciones, claro es, confirman la regla. Harold Alvarado Tenorio nació en Buga en 1945 y publicó su primer libro Pensamientos de un hombre llegado al invierno en 1972. Hombre del deseo, del placer y de la cultura, Alvarado Tenorio se doctoró en Literatura en Madrid, viajó abundantísimamente y regresó pese a todo -dice él- a Colombia, donde estos años ha vivido en Cali y actualmente en Bogotá. Dirige una cuidada revista de poesía -Arquitrave, que tiene también su espacio en Internet- y es creador Alvarado Tenorio no sólo de poesía sino de traducciones y ensayos, que van desde la Generación española de los años 50, hasta Kavafis, pasando por los poemas chinos de amor...

 

Summa del cuerpo (con prólogo de William Ospina) es una antología de la poesía de Alvarado Tenorio, con una curiosa o peculiar ordenación, que nunca habla de fechas de escritura. Se abre con poemas cortos, breves, y en crecida se cierra con los poemas más largos... La cultura o la historia sirven frecuentes de máscara al autor (y esto le asemeja mucho a la Generación española del 70) para, viviendo esa cultura, entrar en la dimensión personal del poeta, que no excluye lo social. Vivencial, biográfico, directo o reflexivo, siempre en visos y actitudes heterodoxas, Harold Alvarado Tenorio, busca la plenitud de la vida (o siente la nostalgia de esa plenitud) de modo que otros dirían que asimismo busca la desmesura de esa vida. Muy diferente en otros aspectos, la poesía de Alvarado Tenorio me recuerda a mí a la de su desaparecido compatriota Gómez Jattin. Como sea, su poesía (aparte quedaría su importante labor ensayística, con libros como Literaturas de América Latina de 1995) está en esa línea, acaso muy colombiana -o que allí ha tenido notables cultivadores- que abrió el postmodernista y en todo desmesurado -véase la rica aunque farragosa biografía de Fernando Vallejo- Porfirio Barba- Jacob, antes Ricardo Arenales...

 

Alvarado Tenorio habla de la vida siempre en términos apasionados y siempre en términos cultos (Pound o Kavafis no son los únicos referentes) y por ello entiende uno, en estos poemas que quieren ser pedazos de realidad palpitante, que Gustavo Cobo Borda diga que tienen "como foco de atracción obsesivo y recurrente, el deseo". 86 Oscilando entre Borges y Kavafis -menos incompatibles de lo que creería un lector no avisado- los ardientes y sabios poemas de Alvarado Tenorio (que también recorren muchas geografías) son ejemplo de la mejor poesía del siglo XX, en cuanto a los ejes de su movimiento, parten de la tradición (que aman y asumen) y se columpian gozosos en la modernidad, porque es parte ya de la tradición y porque no hay creador que no quiera o deba ir más lejos. Inquieto, inquietante y heterodoxo, desde el sexo a la política.

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