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Manuel García Verdecia

Manuel García Verdecia

Actualización: 15/04/2013

Manuel García Verdecia

Poemas Sea el destino clemente con el peregrino y Oyes Tú.

 

5. sea el destino clemente con el Peregrino

 

sea el destino clemente con el Peregrino

noble posteridad ofrécele tus extensas alas cuando las islas sean una nube

      desecha en el crepúsculo

cuando su barca sea un fulgor que a veces asoma su ceja desfalleciente

cuando su báculo tantee mordido de peces y frágil de agua salada

cuando por pecho lleve una escasa jaula para un ave silente

y sean sus brazos mermadas algas que transpiran dolor

pido piedad   asilo en tu suave pecho para el vencido

ven con tus gasas y alcoholes   con tus bálsamos y emplastos  misericordiosa

en tus vestidos más tenues con tus pasos más leves tus manos más tiernas

llévalo como a guerrero que ha peleado su batalla con arrojo  sin mezquindad

      aún sabiendo que no podía ganar y ahora merece un lecho reposado

breve sea el tránsito y que no espere en exceso lejos de las olas

que todo sea como una entrada al mar   de agua en agua sin bruscos arrecifes de

      congojas ni arenas movedizas de dolor

cierto  las islas le dieron el viaje pero él dio a las islas el sostén y la memoria del

      amante

este hombre no se ha detenido  no ha sacado cuentas  no saqueó las islas

honró al sol y la lluvia  amó y se dejó amar como agua mansa

no aspiró a la eternidad ni al trono ni a la gloria

solo al rescoldo suave de un cuerpo y a un canto de luz en las mañanas

no te negó ni humilló

anduvo sus pasos sabiendo que en algún recodo estarías y no puso reparos

así que merece tu espada más piadosa

 

oh Benigna ven con tus mejores vinos tus más finos manteles tus flautas más

      sutiles

perfuma sus cabellos a la hora de separarlo de las islas

úngelo en tus mieles piadosas vístelo para el largo frío con el armiño más puro

que todo sea dormido y sonriente como el que reencuentra un día su propia

      niñez

un solo beso helado que arríe para siempre las velas

que lo eleve desecho pero esplendente

como un ave que vuela rumbo al sol

 

 

7.oyes tú

 

tú que surfeas en la cascarilla del tiempo que no se abre en fruto o consuelo

que tus dientes arriendas al apetito de la mentira

que echas tus topos a roer el suelo de quien te confió la espalda al seguir camino

que en la ausencia del prójimo presto clavas su sombra a tu usufructo

¿oyes hablar al cedro?

 

y tú que vistes seda para suavizar tu médula de musgosa piedra

y tú que agotas sales en lamentar la poca lluvia que el destino a tu patio lleva

y culpas al vecino de que en la noche tus nubes ahuyenta

¿oyes hablar al cedro?

 

y cuando las muchachas pasan con su piel de trinos entonando lo más dulce de

     las horas

y cuando se abre el pan como promesa cumplida con todos sus blancos dientes

     satisfechos de ofrecido gozo

y cuando los racimos azules en lo alto regalan el seguro sosiego del estío

y cuando rosas y amapolas tañen sus campanas como sangre renovada en la

     belleza

¿oyes hablar al cedro

ese silente compañero a tu costado que eleva los tiempos

mueve la brisa  apura la lluvia

anima las estrellas en el cielo y abre cauces al agua en lo más hondo

sonriente en la indomable fijeza con que vive y nada espera?

 

dime por Dios dime tú que niegas que te escurres

tú que cierras la mirada

algún instante en tu vida ¿oyes hablar al cedro?

                                                                           11-01-2011

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