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Rubén Martín

Actualización: 24/01/2012

Rubén Martín

Poemas Río Hurdano y Montenegro

Río Hurdano
Montenegro

 

Río Hurdano

El remanso del río que se hospeda
entre dos márgenes,
la luz se posa en el instante propio
de tus manos desnudas,
y en el aire,
recién ardido y verde,
la voz de los bañistas se detiene
sólo para tus ojos que contemplan.

El agua en calma sabe de las hojas
levísimas, del eco que provocan
los juncos esparcidos por la brisa,
del caminar del sol por vuestra piel,
del labio húmedo como la luz.

Te deshaces de gozo y de distancia:

estás allí,
en el centro del día,
bajo el lento declive de la tarde,
maravillado y limpio en tu interior
y olvidado de todo y de ti mismo.

 

Montenegro  

Han parado la música
y anuncian Montenegro desde proa:

tal vez lo más hermoso
es verle palpitar en la montaña
sin haberlo esperado, sin formar
en un principio
parte de nuestra ruta.

Y se abre ante nosotros
como un jardín de luces que respira
con calma,
como animal herido que descansa
de las flechas del día.

La noche llora
sus racimos de estrellas sobre el mar
y suspende una bóveda
con pilares de viento,
con sombras sumergidas
en la negra espesura.

Prende el silencio
la llama
de un mundo en armonía
donde el gozo de ser es lo de menos,
lo que importa es estar en la mirada,
morirnos en lo bello de las cosas,
como un recién nacido al descubrir
la vida entre pañales.

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