- Inicio
- Poesía viva
- Referencias
- Reseñas
- Artículos
- Poetas
- Conversaciones
- Monográficos
- Actualidad
- Enlaces
Actualización: 05/09/2012
Álvaro Valverde
Dos poemas de más allá, Tánger (39 y 44)
39
En su Carnet tangérois,
dedica Pierre Le-Tan
varios dibujos
a los cines de Tánger:
el Mauritania, el Roxy,
el Goya…
Y a algunos bares,
discotecas
y locales de copas.
Y a calles vacías
y a edificios
de antes de la guerra
que se parecen entre sí
y que dan la impresión
de estar deshabitados.
También a hoteles
como el Rembrandt
o el Ville de France,
donde se hospedó Matisse.
Se confiesa
“irrésistiblement attiré
par la ville europeén”,
que le recuerda a Niza.
Son rastros, dice,
de épocas pasadas
y, sin embargo, a uno
se le antojan de ahora.
Sus aguafuertes,
como mis vislumbres,
se asemejan a piezas
“d’un puzzle incomplet”.
44
En la habitación de este hotel
a las afueras
(que llegó a inaugurar Hassan II),
con moqueta en el suelo
y un decadente aire años sesenta,
la noche es un lugar interminable.
Hace calor, el aparato
de aire acondicionado no funciona
y los mosquitos
no dejan de silbarme en los oídos.
Miro fuera. El jardín
no esconde su promesa de frescura.
Más allá, en la piscina,
se reflejan temblando algunas luces.
Nada me gustaría más
que darme un baño.
Insomne, desvelado,
las horas pasan lentas. Lo bastante
para evocar al clásico y pararme
a contemplar mi pobre estado.
No es éste el mejor sitio para eso.
Ni el momento es el más adecuado.
Me decido a esperar que llegue el sueño
y me lleve, con él, de nuevo a Tánger.